En poco tiempo hemos pasado de vernos arrollados por reuniones y eventos en línea sin fin, a no poder acomodar en la agenda tantos actos presenciales. Tu próximo evento, ¿cómo será?
Después de permanecer sumidos en reuniones y eventos en línea que se sucedían sin parar, ahora nos cuesta encontrar hueco en la agenda para acudir a tantos actos presenciales.
Con el buen tiempo y las “ganas de volver a vernos”, el kick-off, el town hall y el summer cocktail compiten por nuestro tiempo con las invitaciones a copas, los almuerzos y las actividades con los niños.
También con inauguraciones, actos oficiales, conferencias y muchos otros encuentros a los que debemos, podemos o queremos ir, aunque no siempre tanto como nos gustaría.
Dímelo a la cara
Nuestras ganas de reencontrarnos, de “desvirtualizarnos”, de “ponernos cara”, son tan grandes, que ahora ocho de cada 10 eventos son presenciales.
Lo dice el estudio 2022 Global Meetings and Events Forecast, de American Express.
Añade que casi la mitad de estos actos tienen un formato híbrido: aquel que permite al invitado asistir en persona o virtualmente desde cualquier lugar, a veces en cualquier momento y con prácticamente cualquier calzado que tenga a mano.
Demuéstralo con actos
“Con independencia del formato, el show debe continuar”, explica Gemma Cuevas, quien se incorporó a iPg en 2021 tras años de carrera en ese sector. “No hay dos eventos iguales, ni siquiera cuando repetimos el mismo streaming en dos horarios para cubrir todos los husos horarios”.
En estos dos años, iPg ha respondido con creatividad, rapidez y calidad a una demanda de eventos nunca antes vista.
En 2022, hemos organizado con nuestros clientes más de 65 actos presenciales por toda la geografía del país, así como 12 eventos internacionales online. En uno de ellos, que tiene lugar cada trimestre, superamos los 16.000 asistentes.

Y tú, ¿qué prefieres?
¿Cuál es el formato óptimo para ese acto que te toca organizar?
Y a ese evento al que te han invitado, ¿asistirás en persona, en línea, o te inscribirás únicamente para ver la grabación más tarde?
Entre nuestros clientes hay detractores y promotores de ambas opciones. La fórmula más apropiada depende del alcance que buscas y el propósito de tu evento, tanto si actúas como organizador como si eres invitado.
En nuestra experiencia, cada modelo aporta beneficios únicos:
En línea | Cara a cara |
Comodidad: facilitan la vida a aquellos que van cortos de tiempo… o de pantalones. Escalabilidad: ponentes, participantes, países e idiomas sin límite. La pantalla, la única frontera. Control: contenidos pregrabados, control remoto de las pantallas de otros y otras funciones extra. Agilidad: roles simples, equipos compactos y menores necesidades de espacio, producción y catering. Sostenibilidad: ¡huella de carbono repartida entre todos los asistentes! Inteligencia: datos, métricas y analítica a disposición antes, durante y después del acto. | Contacto: cercanía y trato personal. Que no sea contacto estrecho, eso sí. Singularidad: creatividad, puesta en escena a medida, espacios y otras oportunidades de distinguirte. Comunicación: engagement potenciado por el lenguaje no verbal sin que nadie te diga que estás muteado. Concentración: los asistentes tienen menos distracciones, pero no demores demasiado el cóctel posterior. Visibilidad: atrae a patrocinadores, periodistas y otras personalidades. Diversión: los descansos te dan la oportunidad de ampliar la red de contactos y tomar algo en público. |
Ahora es tu turno
Y tú, como asistente o como organizador, ¿prefieres los actos online o face to face?
Cuéntanos y vota aquí.